Los dientes incluidos son dientes que no han erupcionado durante su período normal. Las inclusiones más frecuentes son las de los cordales (muelas del juicio) superiores o inferiores y la de los caninos (colmillos), sobre todo en el maxilar superior.
En nuestra clínica dental de Granada, llevamos a cabo una seria de tratamientos para prevenir o solucionar los dientes incluidos.
– Extracción de las muelas de juicio (cordales incluidos)
La extracción de las muelas del juicio o exodoncia de los cordales incluidos es una de las intervenciones más frecuentes que se practican actualmente en la cirugía oral y maxilofacial.
En su intento por salir, los cordales, empujan al resto de dientes que ya están colocados en la arcada, pudiendo provocar apiñamiento y malposición de los mismos. De igual manera, los intentos de erupción de estas muelas provocan episodios de dolor, inflamación y supuración. Esta erupción anómala puede causar diferentes problemas:
– Cuando los cordales erupcionan parcialmente, la comunicación parcial con los gérmenes de la boca permitirá que las bacterias crezcan y causen infecciones recurrentes. La consecuencia será hinchazón, dolor, y dificultad de ingestión de alimentos y mal estado general.
– La presión de las muelas del juicio que entran en erupción puede mover dientes y provocar un apiñamiento de los dientes que naturalmente estaban alineados o hacer fracasar un tratamiento de ortodoncia.
– El problema más grave, aunque también menos frecuente, es la formación de tumores o los quistes que se forman alrededor de los cordales, dando por resultado la destrucción del hueso y de los dientes vecinos.
Por todo ello y los diferentes estudios realizados, se ha demostrado la conveniencia de la exodoncia temprana de los cordales para evitar complicaciones y evitar riesgos de dañar estructuras vecinas como nervios y dientes vecinos.
La exploración oral y la radiografía nos permitirán valorar la posición de las muelas, y la conveniencia de realizar la exodoncia antes de que aparezcan estos problemas. Alrededor de los primeros años de la adolescencia es conveniente una valoración por su odontólogo, ortodoncista o cirujano maxilofacial para valorar cada caso individualmente. Habitualmente recomendará la extracción del mismo, en lugar de esperar a que ocurran complicaciones. La extracción suele ser más sencilla en los pacientes jóvenes, porque las raíces no están desarrolladas totalmente y el hueso es menos denso.
Técnica quirúrgica:
La exodoncia quirúrgica de los cordales es una intervención relativamente compleja y aunque habitualmente se realiza con anestesia local, es conveniente en muchas ocasiones realizarla con sedación o anestesia general, prioritariamente cuando el paciente presenta alguna limitación de la apertura de la boca, la manipulación quirúrgica en la parte posterior de la boca le puede producir nauseas, pero sobre todo cuando son varias las extracciones a realizar.
El postoperatorio viene determinado por la posición de los cordales y el tipo de intervención. Generalmente, después de la intervención, estará unos días inflamado y molesto. Si sigue las instrucciones postoperatorias de su cirujano maxilofacial, y toma la medicación que este le recomiende, podrá acelerar su recuperación y disminuir las molestias.
– Extracción de caninos incluidos
Tras los cordales (muelas del juicio), los caninos son los dientes que con mayor frecuencia presentan problemas de erupción, o no llegan a erupcionar quedando los dientes incluidos en el hueso. La inclusión de los caninos, se debe generalmente a que el paciente presenta una falta de espacio en la arcada o bien su posición dentro del hueso es incorrecta. En la mayoría de casos el diente temporal permanece incluso hasta edad adulta, ya que no es empujado por el definitivo. Por otra parte, el canino incluido puede lesionar las raíces de los dientes cercanos a él e incluso provocar su caída.
Generalmente la erupción del canino se produce alrededor de los 13 años. Sin embargo, es aconsejable no esperar a esta edad para detectar un problema, y realizar una ortopantomografía (radiografía panorámica de la boca) a los 8-9 años para comprobar que el niño presenta todos los dientes, que no existirán obstáculos a la erupción, y que estos se van a realizar de forma correcta.
Como los caninos son dientes especialmente importantes en la arcada dental, por ser dientes muy fuertes y que dirigen a la boca en el movimiento de oclusión, se deben intentar todos los procedimientos para poder obtener su erupción. La extracción del canino incluido se debe considerar la última alternativa cuando el resto de tratamientos para obtener su erupción no consiguen el resultado deseado.
Si la posición del canino es favorable, es posible optar por un tratamiento conservador e intentar su reposición en la arcada mediante un tratamiento combinado quirúgico-ortodóncico (fenestración).
– Fenestración de caninos incluidos:
La erupción guiada del canino incluido requiere de un tratamiento coordinado entre el cirujano maxilofacial y el ortodoncista. El cirujano debe realizar una pequeña ventana en la encía (fenestrar) que permita al ortodoncista colocar un bracket (soporte ortodóncico) para traccionar del diente hasta llevarlo a la arcada. Previamente el ortodoncista creará el espacio para el diente en la arcada mediante aparatología ortodóncica, que a la vez servirá como punto de apoyo para el movimiento de tracción.
La fenestración del canino es una intervención que se suele realizar con anestesia local, siempre que el paciente sea colaborador, no presente nauseas al manipular su boca y la intervención no sea muy laboriosa, en cuyo caso será más oportuno optar por la anestesia general. La intervención suele ser un proceso generalmente indoloro, de 20-25 minutos de duración, y con un postoperatorio que suele presentar un ligero edema (hinchazón), y que requiere una dieta blanda durante 2-3 días. La coordinación de los tratamientos implicará que tras la retirada de los puntos de sutura (tras una semana), el paciente debe visitar en breve al ortodoncista para iniciar el tratamiento ortodóncico.